Taoísmo en el kung fu (Parte 2)

 

 Postura Wu Ji.

 

En el pasado los maestros de kung fu trataron de integrar la meditación (Xiu Dao), que es una parte importantísima del Taoísmo, en las formas de Kung fu. De esta manera, en el inicio de las formas, o en la sección preparatoria de las mismas de muchos estilos de kung fu, se asume la postura meditativa Wu Ji (无极). A continuación se muestran dos variantes de la misma:

 

 

Wu Ji se puede traducir como “el vacío absoluto” (wu es la nada y ji significa extremo). Esta postura es la postura basal del ser humano, y durante la meditación la energía debe generarse a partir de la posición Wu Ji. Por lo tanto, para que esto sea efectivo y cumpla con los preceptos taoístas, para la generación de energía no deben intervenir la mente ni la intención de que eso suceda. Es decir, debe ser de manera casual y natural.

 

Es por ello que la postura Wu Ji debe ser una desconexión de la realidad material para que sea efectiva. Esa desconexión completa corresponde al vacío absoluto. Sin embargo, en la práctica esa desconexión puede llevar tiempo, por lo que los maestros Taoístas a veces consideran que hacer al inicio de la forma esta postura puede no tener la efectividad deseada a menos que se practique mucho.

 

Lo anterior se comprende en la cosmología china, porque sólo el vacío absoluto da nacimiento a la plenitud última (Tai ji, 太极, los mismos caracteres que se usan para Taiji Quan). A su vez, la plenitud última se divide en yin y yang.

  

El yin y yang son los opuestos complementarios que dan origen a esta realidad. En el sentido del kung fu, el yin y yang son los principios rectores del arte marcial. Todos los movimientos deben contener esos principios.

 

En resumen, si no existe una desconexión Wu Ji, no podemos hablar de la generación de kung fu.

 

 

Estos son los pasos para lograr la Postura Wu Ji:

 

·         Párese con los pies separados aproximadamente al ancho de los hombros o juntos dependiendo del estilo de kung fu que se practica.

·         Permita que sus rodillas se relajen; no los bloquee.

·         Enrolle la punta del sacro hacia abajo como si estuviera sentado.

·         Este movimiento sutil alarga la columna y abre el punto Puerta de la Vida (Ming Men, ubicado en la columna opuesta al ombligo).

·         Deje caer los hombros y deja que se extiendan, como alas, ensanchando la espalda.

·         Meta la barbilla e imagine que la parte superior de su cabeza (el Punto de la Corona) se tira hacia arriba. Siente tu peso presionando hacia abajo de manera uniforme, hasta las puntas de los pies y los talones.

·         Respire lenta, suave, uniforme y profundamente, inhalando y exhalando como un globo a través de la región abdominal inferior.

·         Vacíe su mente.